Intestino irritable

Síndrome del intestino irritable: causas, síntomas, tratamiento

Intestino irritable

La enfermedad conocida como síndrome del intestino irritable (o colon irritable) afecta al aparato digestivo de millones de personas en todo el mundo (principalmente mujeres). Consiste en un conjunto de síntomas que suelen presentarse juntos y no son curables: sólo pueden controlarse con dieta, métodos naturales y/o medicación.

El síndrome del intestino irritable (SII) también se conoce como síndrome del colon irritable (SII), colitis mucosa y colitis espástica. ElSII es una mezcla de malestar y problemas intestinales, como la frecuencia o consistencia de las heces. El síndrome del intestino irritable es una afección funcional: el tubo digestivo parece normal pero no siempre funciona como debería. Los músculos intestinales (que trasladan los alimentos ingeridos del estómago al recto) se contraen de forma anormal: estos espasmos son más largos y fuertes de lo normal, por lo que causan dolor y alteran el proceso. Si lo ralentizan, se produce estreñimiento; si lo aceleran, diarrea (y las personas con síndrome del intestino irritable pueden alternar entre ambos). El dolor abdominal también se produce porque el tubo digestivo de los enfermos de SII contiene terminaciones nerviosas más sensibles.

Las personas suelen enfermar al final de la adolescencia o a los 40 años. El síndrome del intestino irritable afecta más a las mujeres que a los hombres, no es en absoluto una enfermedad potencialmente mortal y no aumenta las probabilidades de contraer otras enfermedades intestinales: colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, cáncer de colon. Pero es un problema a largo plazo que no puede curarse: sólo puede mantenerse bajo control y aliviarse mediante la nutrición, los métodos herbales o la medicación. Algunas personas con este síndrome experimentan síntomas leves, pero otras padecen problemas importantes que pueden afectar a su vida cotidiana. Los enfermos de SII pueden faltar más a menudo al colegio o al trabajo, ser incapaces de participar en actividades cotidianas, tener que trabajar menos desde casa o no hacerlo en absoluto.
En este material repasamos las causas de esta enfermedad, cuántos tipos hay, los factores de riesgo, los síntomas comunes asociados a ella, las complicaciones que puede traer, cómo puedes prevenirla y tratarla. Además, ¡le decimos cuándo debe acudir urgentemente al médico!

Síntomas del síndrome del intestino irritable

Los síntomas del SII varían en duración y gravedad de una persona a otra, pueden ser continuos o sólo temporales, pueden variar en intensidad (los enfermos tienen días mejores y días peores), pueden desencadenarse por la comida o la bebida, pueden consistir en episodios de estreñimiento y luego de diarrea, pueden durar días, semanas o meses seguidos, y el estrés puede empeorar los síntomas. Como se desencadenan por cosas diferentes, según la persona, es difícil determinar qué debe evitar cada enfermo de SII.

Las mujeres tienden a presentar síntomas alrededor de la menstruación (o cuando están embarazadas) o cuando tienen síntomas más intensos. Las que están en la menopausia tienen menos síntomas. Los hombres tienen los mismos problemas, pero informan y buscan ayuda con mucha menos frecuencia.

Éstos son los síntomas más comunes del intestino irritable:
  • dolor y calambres abdominales (sobre todo en la parte inferior del abdomen), que empeoran después de comer y pueden remitir tras la evacuación intestinal;
  • hinchazón y gases;
  • diarrea violenta, que puede alternarse con estreñimiento (con sensación de vaciado incompleto del colon);
  • heces más duras o más blandas de lo normal;
  • hinchazón abdominal;
  • intolerancia alimentaria a determinados alimentos (más comúnmente los que producen gases, contienen lactosa o gluten);
  • otros síntomas (flatulencia, secreción anorrectal de mucosidad, cansancio y falta de energía, problemas para dormir, náuseas, dolor de espalda, problemas para orinar, incontinencia anal, ansiedad y depresión).

Tipos de síndrome del intestino irritable

Existen 4 tipos de síndrome del intestino irritable:
  • con estreñimiento (SII-C);
  • con diarrea (SII-D);
  • mixto, con alternancia de síntomas digestivos (SII-M);
  • sin clasificar (SII-U).

Causas del síndrome del intestino irritable

Se desconoce la causa exacta de este síndrome (alimentos que pasan demasiado deprisa o demasiado despacio por el intestino, nervios locales o un sistema inmunitario extremadamente sensible, estrés, antecedentes familiares, etc.). Pero los médicos afirman que los siguientes factores desempeñan un papel:

  • lascontracciones musculares del intestino, que se producen a medida que los alimentos avanzan por el tubo digestivo (las contracciones más fuertes y prolongadas producen hinchazón, gases y diarrea, y las más débiles ralentizan el tránsito y provocan estreñimiento);
  • trastornos del sistema nervioso (anomalías en los nervios digestivos, señales mal coordinadas entre el cerebro y los intestinos);
  • inflamación intestinal (causada por la presencia local de un mayor número de células inmunitarias);
  • una infección grave (el síndrome puede aparecer tras una gastroenteritis/diarrea grave causada por una bacteria o un virus);
  • cambios en la microflora intestinal (las bacterias son diferentes de las de una persona sana).

Factores desencadenantes

Los síntomas del síndrome del intestino irritable pueden desencadenarse por:
  • la dieta (no se conoce del todo el papel de las alergias o intolerancias alimentarias en la aparición del trastorno, pero muchos afectados experimentan síntomas más graves después de ingerir determinados alimentos y bebidas: trigo, lácteos, cítricos, judías, col, bebidas carbonatadas);
  • hormonas (las mujeres son dos veces más propensas a padecer este síndrome y sus síntomas empeoran durante la menstruación)
  • estrés (la mayoría de los afectados presentan síntomas más graves o más frecuentes cuando están más estresados).

Factores de riesgo

Muchos de nosotros podemos experimentar ocasionalmente síntomas de SII, pero las probabilidades aumentan por turnos:
  • las personas más jóvenes (el síndrome es más frecuente en menores de 50 años)
  • mujeres (la menstruación, los cambios hormonales durante el embarazo, la terapia estrogénica antes/después de la menopausia son factores de riesgo);
  • personas con antecedentes familiares de SII (la herencia genética y los factores ambientales comunes pueden influir);
  • personas con problemas de salud mental (ansiedad, depresión, antecedentes de abusos sexuales, físicos o emocionales).

Complicaciones

El síndrome del intestino irritable puede provocar complicaciones como hemorroides (causadas por estreñimiento o diarrea crónica), problemas como ansiedad y depresión, mala calidad de vida (personal y profesional).

¿Cuándo se debe acudir al médico?

Si los síntomas anteriores le resultan familiares, puede determinar claramente si padece o no el síndrome del intestino irritable visitando a su médico de cabecera, que puede derivarle a un gastroenterólogo. Éste puede ponerle a dieta, hacerle análisis de sangre y heces, realizarle una colonoscopia u otras investigaciones para determinar si padece o no esta enfermedad (o cualquier otra). El síndrome del intestino irritable se diagnostica sobre la base de dolor abdominal recurrente durante al menos 6 meses, combinado con dolor semanal durante 3 meses y una combinación de cambios en la frecuencia y consistencia de las heces.

Pero tenga en cuenta que debe acudir urgentemente al médico si presenta los siguientes síntomas (además de los síntomas comunes del síndrome del intestino irritable):

  • pérdida de peso sin motivo;
  • diarrea nocturna
  • sangrado rectal o heces con sangre
  • vómitos inexplicables
  • dificultad para tragar;
  • palpitaciones y palidez de la piel;
  • anemia ferropénica;
  • hinchazón dura en el abdomen;
  • dolor permanente que no pasa por la eliminación o excreción de gases.

Tratamiento del intestino irritable

Una vez confirmado que padece síndrome del intestino irritable, puede tratarse (no curarse) controlando los síntomas, es decir, previniéndolos y minimizándolos. Su médico especialista puede recomendarle "remedios caseros" (cambios en la dieta o métodos a base de plantas) antes que medicación. Para controlar los síntomas, puedes probar:

Hacer cambios en la dieta

Puede reducir la hinchazón probando la dieta FODMAP (oligo-, di-, monosacáridos y polioles fermentables), que consiste en alimentos ricos en fructosa, fructanos, lactosa, galactanos y polioles.

Ríndete:

  • ciertas frutas (manzanas, peras, melocotones, albaricoques, albaricoques, moras, zarzamoras, cerezas, sandía, higos, frutas secas y en conserva);
  • determinadas hortalizas (coliflor, brécol, col, espárragos, alcachofas, remolacha roja, cebollas, puerros, ajos, champiñones, guisantes)
  • determinados edulcorantes concentrados (miel, xilitol, sorbitol);
  • productos lácteos que contienen lactosa (leche, queso, yogur, helado);
  • determinadas legumbres (alubias, garbanzos, lentejas, soja);
  • ciertas semillas (pistachos)
  • determinados cereales (trigo, arroz, centeno) y productos que los contienen (pan, pasta, bollería, gofres, tortitas, galletas, crackers, pretzels)
  • determinadas bebidas (vino, cerveza, leche de soja, zumos de frutas, bebidas gaseosas endulzadas con jarabe de maíz de alta fructosa, bebidas que contienen cafeína)
  • alimentos fritos o picantes;
  • fumar.

Lleve un diario de alimentos (que puede ayudarle a detectar qué alimentos o bebidas le dan problemas), coma raciones más pequeñas en cada comida y coma en su lugar:

  • carne, pescado y huevos;

  • lácteos sin lactosa (quesos duros o blandos)
  • ciertas frutas (plátanos, melón, melón, arándanos, uvas, frambuesas, fresas, fresones, kiwi, pomelos, limones, naranjas, mandarinas)
  • determinadas hortalizas (zanahorias, apio, tomates, pepinos, rábanos, espinacas, berenjenas, calabacines, batatas, pimientos dulces, calabacines, nabos, castañas de agua)
  • determinados frutos de cáscara y semillas (almendras, anacardos, anacardos, cacahuetes, nueces de macadamia, piñones, semillas de sésamo)
  • determinados cereales (avena, maíz, arroz, quinoa, sorgo)
  • ciertos edulcorantes (jarabe de arce, melaza, estevia);
  • grasas animales y aceites vegetales
  • especias y condimentos (jengibre, menta);
  • agua (al menos 3-4 vasos al día) y té;
  • agentes espesantes (psilio y salvado de trigo, fibra de maíz y más fibra de verduras, fruta, cereales integrales, frutos secos y semillas, que ralentizan el tránsito por el sistema digestivo y pueden aliviar los síntomas del SII);
  • probióticos (para combatir la hinchazón);

Hacer tratamientos a base de plantas

Los aceites esenciales de menta, manzanilla, jengibre, cúrcuma, hinojo, comino, cardamomo, romero, enebro, pomelo, pimienta negra y ciprés, más las infusiones de menta, manzanilla, ajenjo, hinojo, romero, genciana y angélica (pepino de mar) pueden ayudarte a combatir la hinchazón. El té de jengibre puede calmar el estómago, favorecer la eliminación del exceso de gases y tratar la hinchazón, el estreñimiento y el dolor. Y el té de hojas de bayas reduce la inflamación y los espasmos intestinales. También hay mezclas preparadas de extractos de alcachofa, manzanilla, verdolaga, menta, romero y otras hierbas, que combaten los espasmos, el estreñimiento y la diarrea.

Ejercicio regular

La actividad física moderada y regular -caminar, yoga, natación- relaja el cuerpo y puede controlar los síntomas del SII.

Biorretroalimentación

Mediante la biorretroalimentación con ayuda de sensores eléctricos, se obtiene información sobre determinadas funciones corporales y se puede aprender a relajar ciertos músculos.

Hacer ejercicios de relajación progresiva

Hacer ejercicios de relajación progresiva te ayuda a relajar todos los músculos del cuerpo, incluidos los abdominales, de uno en uno.

Haz ejercicios de atención plena

Realiza ejercicios de atención plena (mindfulness), técnicas para reducir el estrés que te ayudan a centrarte en el momento presente y dejar de lado preocupaciones y problemas.

Acupuntura

Haz acupuntura para combatir el dolor.

Psicoterapia

Haga psicoterapia para controlar el estrés.

Tomar medicación prescrita por el médico

Tome medicamentos prescritos por su médico que combatan el estreñimiento, antibióticos, antiespasmódicos, antidepresivos.

Prevenir la aparición del intestino irritable

Para prevenir el síndrome del intestino irritable, ten en cuenta los siguientes consejos:

  • cocine la comida en casa, con ingredientes frescos, siempre que pueda;
  • intenta encontrar distintas formas de relajarte
  • haz ejercicio y ejercítate con regularidad
  • no te saltes comidas
  • no comas demasiado rápido
  • no comas demasiados alimentos procesados, grasos o picantes;
  • no comas más de 3 raciones (de 80 g cada una) de fruta fresca al día;
  • no bebas más de 3 tazas de té o café al día;
  • evitar el alcohol y las bebidas gaseosas;
  • coma cereales integrales ricos en fibra y semillas de lino todos los días;
  • evitar los alimentos difíciles de digerir (col, brécol, coliflor, judías, cebollas, frutos secos);
  • evitar los productos edulcorados con sorbitol.

¿Sabías que...?

  • El síndrome del intestino irritable es un trastorno distinto de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y no está relacionado con otras afecciones intestinales. El SII se desencadena por una conexión defectuosa entre el intestino, el cerebro y el sistema nervioso, mientras que la EII se produce cuando el sistema inmunitario ataca al intestino y puede dañar los tejidos.
  • Algunos enfermos de SII desarrollan el síndrome tras un episodio de intoxicación alimentaria, ya que bacterias como la Salmonella pueden causar estragos en el sistema.

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