La cebolla verde representa en realidad los brotes jóvenes de cebolla que crecen a partir del bulbo. Tienen una pequeña punta blanca, no completamente desarrollada, y poseen largos tallos verdes. La cebolla verde se utiliza en ensaladas, platos y diversos alimentos desde la antigüedad. La cebolla verde tiene un rico contenido en vitaminas, tiosulfinatos, sulfuros, con sabor específico y gusto picante.
La cebolla verde contiene grandes cantidades de vitamina C, vitamina B9, pero también potasio y calcio. En primavera, una cura con cebolla verde tiene un papel desintoxicante para el organismo. La cebolla es también un antialérgico natural muy eficaz. Comer cebolla verde ayuda a mantener el tono corporal, fortalece el sistema circulatorio y el corazón, tiene grandes cantidades de antioxidantes y es beneficioso para cada uno de nosotros.
La cebolla verde es rica en vitamina A. Una ramita de cebolla verde contiene la cantidad diaria de vitamina A que necesitas. Los médicos recomiendan la cebolla verde por su buena fibra, que ayuda al sistema digestivo.
La cebolla verde es una fuente de minerales, especialmente cobre, hierro, fósforo y magnesio. El cobre es escaso y no está presente en todas las verduras, así que aprovecha este beneficio que te ofrece la cebolla verde. El sistema circulatorio, el páncreas, el hígado y mucho más se benefician de los efectos positivos de la cebolla. La cebolla verde ayuda a la salud de las células.
Las sustancias presentes en la cebolla verde pueden disminuir la producción de xantina oxidasa, que es una enzima que produce radicales libres. La cebolla contiene compuestos con función antioxidante, como carotenos, vitaminas A, E, C y quercetina, zeaxantina, que tienen la función de reforzar la resistencia del organismo a los microbios, pero también a los radicales libres.
El consumo regular de cebolla verde fortalece el organismo, lo mantiene más sano y aumenta la inmunidad. La cura de cebolla verde tiene un efecto diurético y depurativo. Las ramitas de cebolla actúan como antialérgicos y contribuyen a una actividad regular del sistema endocrino.
La cebolla verde ajusta el azúcar en sangre y ayuda a los diabéticos a mantener un nivel correcto del mismo. Si consume mucho líquido, la cebolla ayuda a estimular la actividad renal. Si tiene problemas de colesterol alto, la cebolla verde inhibe el colesterol "malo" y estimula el colesterol bueno con un efecto antiaterosclerótico.
La cebolla verde es ideal para problemas dermatológicos, debido al efecto desintoxicante del azufre que contiene. Si sufres de acné, puedes aliviarlo con una cura de cebolla verde. Nutricionistas y médicos recomiendan comer cebolla con eneldo y apio para limpiar la piel. Comer cebolla verde alivia la inflamación de la piel, la suaviza y calma los granos.
El zumo de cebolla verde es un buen desintoxicante. Los oncólogos han estudiado los efectos del zumo de cebolla y lo recomiendan como suplemento nutricional para pacientes con cáncer. La cebolla tiene un efecto contra el desarrollo de tumores (cáncer de colon, mama, ovarios o pulmones), debido a los antioxidantes y compuestos de azufre. La acción beneficiosa de la cebolla frena el desarrollo de los tejidos tumorales.
¿Cómo hacer zumo de cebolla? Se mezclan unas ramitas de cebolla verde (incluidos los tallos verdes) en una licuadora, se cuelan y se bebe el zumo un cuarto de hora antes de las comidas. La cura con zumo de cebolla verde dura al menos dos semanas y se repite según sea necesario.
La cebolla verde ayuda a los diabéticos a mantener el azúcar en sangre a un nivel aceptable. Utilice 1 kg de cebolla verde (parte blanca y hojas del tallo). Se mezcla en una batidora y luego se añade 1,5 litros de agua sin gas. A continuación, se guarda la mezcla en un frasco herméticamente cerrado y se conserva en el frigorífico. La cura dura 10 días, después se hace una pausa de 20 días y el tratamiento puede durar indefinidamente. La dosis diaria recomendada es de medio vaso antes de las tres comidas diarias.
Hay muchas personas que tienen una intolerancia digestiva a la cebolla verde. Aunque se utiliza a menudo en las ensaladas de primavera, puede inducir quemaduras gástricas, por lo que se recomienda precaución a quienes padezcan gastritis, úlceras, etc. Un consejo: después de comer cebolla, tómese un poco de zumo de limón y luego mastique unas hojas de levístico o perejil. Suavizará el efecto de la cebolla y sobre todo reducirá el olor desagradable.
- Refuerza el sistema inmunitario;
- Antiinflamatoria, antioxidante;
- Trata afecciones dermatológicas;
- Previene el cáncer;
- Reduce los niveles de colesterol.
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