Los aceites → La cantidad de aceites utilizados puede variar en función de lo fina o espesa que quieras que sea la mantequilla de almendras.
→ También puedes utilizar cualquier tipo de aceite, pero se recomienda un aceite de sabor neutro para no alterar el sabor básico del ingrediente principal: las almendras. El aceite de pepitas de uva, por ejemplo, tiene un sabor neutro pero también es muy valioso nutricionalmente. El aceite de coco es un aglutinante muy bueno, especialmente cuando se refrigera, ya que ayuda a la solidificación y cremosidad del producto.
→ Al ser rica en proteínas y grasas saludables, la mantequilla de almendras es estupenda para diversas recetas de fitness, desayunos o postres.
→ Las proteínas ayudan a desarrollar y mantener la masa muscular y favorecen la salud ósea.
→ Las grasas saludables favorecen el sistema cardiovascular y prácticamente ayudan a mantener los niveles de colesterol.
→ La mantequilla de almendras ayuda a regular los niveles de insulina y azúcar en sangre.
Valores nutricionales por 100 g de mantequilla de almendras - Calorías: 650 Kcal
- Grasa total: 60 g
- Grasas saturadas: 4,4 g
- Hidratos de carbono: 9,5 g
- Azúcares: 5,0 g
- Proteínas: 24 g
- Fibra: 12 g
- Sodio: 1 mg
Aporta x% de las CDR - Riboflavina (B2): 88%, 1138 mg
- Cobre: 115%, 1031 mg
- Manganeso: 95%, 2179 mg
- Fósforo: 69%, 481 mg
- Potasio: 16%, 733 mg
- Selenio: 7%, 4,1 mg
CDR = cantidad diaria recomendada Conservación y vida útil: →
Conservar bien cerrado en un lugar fresco, oscuro y seco, idealmente en el frigorífico. → Caducidad: conservar en el frigorífico,
bien cerrado hasta 3 meses.
→ Una vez
abierto, consumir lo antes posible, máximo un mes. → Se recomienda preparar pequeñas cantidades para consumir lo antes posible.